[…] Tengo la impresión de que esta evolución ha sido desnaturalizada en Occidente por la exageración de las ventajas selectivas de la competitividad y la combatividad. Tanto del lado de la evolución como del desarrollo, existen elementos que prueban claramente que la mayoría de los organismos, sea cual sea su complejidad, incluidos los organismos unicelulares, no pueden desarrollarse, ni menos aun sobrevivir, sin cooperar con otras formas de vida. Nuestra tendencia ha sido minimizar la cooperación —como contribución a la evolución— en beneficio del papel jugado por el conflicto […]
[…] Jacques Barzan, un historiador franco-norteamericano de la cultura, escribió un libro en el que sugiere que las opiniones predominantes en Occidente han sido deformadas por las interpretaciones erróneas de los escritos de Darwin, Marx y Freud. Asimismo, se ha insistido equivocadamente en ciertos aspectos de esos textos. Muchos exégetas y sociólogos comparten esta opinión. Según Barzan, las lecciones que sacamos de la lectura de Darwin ponen demasiado hincapié en la competencia y en el conflicto. El mismo Darwin jamás utilizó la expresión “supervivencia del mejor adaptado”. Se trata de un concepto de Herbert Spencer, que no era científico. Darwin más bien expresó un punto de vista equilibrado, resaltando la importancia relativa de la interdependencia y de la cooperación entre las especies, comparadas con la agresión y la competición. La insistencia a ultranza respecto de la manera de enfocar las cosas de Spencer nos ha llevado a la presunción, muy difundida, de que la selección natural depende esencialmente de la competencia entre las especies, del conflicto y de la conquista.[…][…] ¿Y qué decir del conflicto y de la competición en la evolución? La aparición del lenguaje y de la cultura permite al niño adaptarse al entorno tanto físico como social. Esto significa también que los padres pueden controlar la educación de los niños en pos de la compasión, el conflicto o la cooperación para resolver los problemas sin perjudicar a los hombres o a los animales. Se trata de una magnífica oportunidad cuyo vasto potencial aún no hemos percibido. Es por este motivo que estoy tan contento con este encuentro, porque pienso que con usted podemos hablar de una educación y de una adaptabilidad del cerebro infantil que apunte a poner término a los conflictos y a evitar los sufrimientos. […]
Livingston, Robert. “Importancia de la Cooperación en la Evolución” A: Francisco J. Varela Jeremy W. Hayward “Un puente para dos miradas. Conversaciones con el Dalai Lama sobre las ciencias de la mente”, Dolmen Ediciones, 1997, 214-216. ISBN 956-201-335-9.
Aquesta preeminència del conflicte ens impacta negativament. Ens aboca a la confrontació permanent a tort i a dret. Ens focalitzem en les diferències en comptes de avantposar els punts d’unitat i els interessos en comú que, de ben segur, compartim. Ens pressuposem envoltats de rivals i competidors augmentant el nivell d’adversitat gratuïtament. Ens interpretem aïllades davant el perill envoltades d’altres persones en les que suposem que no podem confiar. El cost en salut, en malestar emocional i les pèrdues socials de viure en base a la confrontació, la competició i el conflicte són incalculables i ens poden abocar a l’extinció de la pròpia espècie. Competir ens aïlla i ens posa en risc. Necessitem cooperar per sobreviure, com bé ens explica el professor Fritjof Capra a “El Tao de la Física”.
La relació de pares i mares amb els fills i les filles acostuma a fer-se des de la confrontació. Les conseqüències són demolidores, els pares i les mares imposant-se sembren la rebel·lió. Quan diferent podria ser la relació si els pares i les mares apliquéssim la comprensió i la col·laboració per ajudar-los i encoratjar-los a fer realitat els seus somnis en comptes d’obcecar-nos en forçar-los a ser com toca, com està manat! Ens estalviaríem la majoria dels conflictes i dels patiments i podríem conrear l’amor entre nosaltres. Els nostres fills i les nostres filles trobarien en nosaltres comprensió, benevolència i suport. Quina diferència tan gran!
Sophia Blasco Castell, assessora i coach
Molt util
Gràcies Hugo!